sábado, 13 de junio de 2009

UN CASO RECIENTE

En enero de 2007 fue encontrada una mujer con aspecto y costumbres de animal. En una selva de Camboya se acercaba a la comida que preparaba un grupo de leñadores en Oyadoa, a unos 325 kilómetros de la capital. Las espantaban como si fuera una bestia salvaje hasta que notaron que era un ser humano.

Los trabajadores la encontraron en muy malas condiciones: desnuda, desnutrida y con aspecto de niña, aunque calcularon que tendría unos 30 años.

La primera descripción que se hizo de ella es que no sólo no hablaba; emitía gruñidos como un animal salvaje, rehusó utilizar herramientas habituales para el hombre y tenía tendencia a huir de los seres humanos.

Una pareja, Sao Loo y Rocham Yit, dijo que esa chica era Rochom Pngieng, su hija. Dijeron reconocerla por una cicatriz que tenía en la espalda, producida con un cuchillo. Rochom se habría perdido a los nueve años, mientras cuidaba un animal junto a su primo Boeung, de seis años, unos 20 años atrás.

En ese momento, el diario local “The Cambodia Daily” informó que no bien llegó al pueblo, algunos policías querían meterla en una jaula y cobrar por verla.

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